viernes, 12 de abril de 2013

Elementos específicos básicos de la técnica de la edificación solar



El aprovechamiento de la energía solar por parte de la ingeniería, sea para calefacción o
para producción de energía eléctrica, suele requerir el empleo de elementos constructivos
específicos.

Los más importantes son los colectores solares y los sistemas acumuladores de calor, así
como las distintas estructuras de cubierta energética que, en principio, constituyen un
caso particular de construcción con colectores solares.

Los colectores solares

Se denomina colector solar a cualquier forma de superficie que sirva para aprovechar la
energía de las radiaciones solares con fines térmicos o eléctricos. Según las posibilidades
de aprovechamiento, hay que distinguir entre colectores heliotérmicos, que producen
calor, y colectores heliovoltaicos, que sirven para la producción de. corriente eléctrica.
Hay también colectores híbridos capaces de producir al mismo tiempo calor y energía
eléctrica.

Los colectores heliotérmicos, que es a los que nos limitaremos, pueden tener formas muy
distintas según su construcción y sus aplicaciones. Hay que distinguir entre colectores
concentradores de alta temperatura, colectores planos de temperatura media con
protección de vidrio y colectores de baja temperatura sin protección de vidrio. Como
medio de transporte del calor suele elegirse entre el agua, el aceite, un líquido especial o
el aire.

Colectores concentradores de alta temperatura y Calentadores Solares

Estos colectores tienen la superficie curvada formando concavidad. Por medio de un
efecto especular o de lente pueden concentrar los rayos solares. Con una concentración
débil (1:10) se pueden alcanzar de 200 a 500 °C. Con mayor concentración se llega a 4000
°C.

Los colectores concentradores, o en espejo, tienen que ser, en general, onentables y les
afecta mucho la suciedad. Es posible proteger el espejo contra la acción de la intemperie
por medio de un vidrio plano, pero el vidrio tiene que limpiarse con mucha frecuencia,
cosa que no ocurre con los colectores planos, para no reducir la intensidad de la radiación
directa por la dispersión que se produciría. Los concentradores de rayos sólo pueden
aprovechar, en general, la radiación directa, pero las últimas investigaciones han
demostrado que, a pesar de este inconveniente, pueden también utilizarse para las
condiciones climáticas centroeuropeas y para las viviendas.

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